En el marco de la Feria del Libro de Jerez 2017, fue presentada la novela titulada Muérase de una vez, Dr. Freud, de Carlos Manuel López Ramos. La presentación corrió a cargo del escritor Saulo Ruiz Moreno.
Jerez de la Frontera, 5 de junio de 2017.
Saulo Ruiz Moreno
Muérase de una vez, Dr. Freud
Carlos Manuel López Ramos
Peripecias Libros, 2017
Carlos M. López Ramos
(Cádiz, 1955) es licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de
Sevilla. Ensayista, crítico literario y articulista de prensa, es asesor de la
Fundación Caballero Bonald y miembro del Centro de Estudios Históricos
Jerezanos.
Pero, ante todo, Carlos es una persona extraordinariamente inquieta
intelectualmente, con un conocimiento de la literatura y el pensamiento del
siglo XX como pocos. Con especial atención al estudio de las ideas políticas y
los movimientos sociales y culturales que se han desarrollado en la edad
contemporánea; un estudio que le ha conducido a una comprensión y a una
conformación ideológica muy clara sobre la realidad política, social y cultural
presente. Esta pasión por desgranar las razones últimas de la creación y el
pensamiento le han llevado a publicar tres ensayos en los que analiza las obras
de diferentes autores: La Andalucía de
Ehrenburg. Una crónica republicana. Tierra de Nadie, 2007; Utopía comparada. Dos poetas, dos poéticas:
Jesús Fernández Palacios y José Ramón Ripoll. Publicaciones del Sur, 2010; La noche de los relámpagos. La simbología en la pintura de Manuel
Caballero. Peripecias Libros, 2014.
Muérase de una vez, Dr. Freud es su primera incursión en la novela, un texto
rebosante del saber acumulado sobre centenares de personajes reales que
poblaron el siglo XX y que ahora regresan desde sus tumbas a esta gran metáfora
que nos plantea Carlos M. disfrazada de historia de intrigas. Desde la primera
frase se percibe que el escenario donde se desarrolla la acción describe un
mundo tan verosímil que cualquiera diría que se trata de una página más de la
historia del siglo XX. Constantemente se tiene la tentación de acudir a la
bibliografía para contrastar los datos, de nada sirve la advertencia de ficción
que nos hace el autor en el prólogo; de hecho la advertencia parece más un
engaño premeditado que un aviso de invención. Todo es muy real. Quizá lo que
ocurre, y Carlos lo sabe, es que la realidad es tan rocambolesca como los
acontecimientos que se describen en estas páginas y la Historia de cualquier
época que encontramos narrada en cualquier tratado no deja de ser una
recreación de actos fabulados por la intelectualidad y moldeados por el poder.
Carlos Manuel nos regala de
este modo el mundo sofisticado y delirante de las altas esferas durante los
años 30, con el que se esboza el perfil filosófico y humanístico de quienes
construirían la historia del siglo. Y vaya siglo, un siglo viciado y repleto de
corruptelas e intrigas que dan muchas pistas de lo que ocultan las buenas
maneras que difunde la prensa y la exquisita etiqueta con la que se disfraza en
los actos oficiales.
Una novela repleta de ironía
y con numerosas citas bíblicas en la que se retratan de manera muy ingeniosa y
ácida diferentes personajes, tanto reales como arquetípicos, que permiten al
lector una interacción permanente con su propia realidad, extraer datos del
texto para aplicarlos a su experiencia y, de esta forma, conformar en su mente
micro sucesos anexos. De esta forma, Carlos ensaya con un sistema literario de
generación de relatos virtuales en el lector fuera del propio marco del texto
de una manera muy sugerente.
El escenario de la novela es
un momento de alta tensión internacional y de un gran desarrollo científico en
el que las posibilidades de la ciencia se creían ilimitadas. La Segunda Guerra
Mundial está a punto de comenzar. Freud vive exiliado en Londres afanado en
oscuros negocios con drogas destinadas al control de la sociedad. Nazis y
sociedades secretas forman parte de este extravagante entramado conspiratorio,
así como el Vaticano y la corona británica. Un mundo repleto de intrigas con
grandes aspiraciones pero que, en realidad, se demuestran ridículas tanto en su
desarrollo con en su finalidad. Este cóctel, tan acostumbrado por la literatura
mercantilista, le sirve a Carlos para brindarnos una sátira de estas obras de
dudosa calidad artística pero gran distribución comercial con la que ejercen
una importante influencia doctrinal sobre la sociedad.
Entre el rico ecosistema
abonado por Carlos Manuel, aparece un personaje jerezano, Severiano Pastrana
(1900), arqueólogo, alquimista y espía; autor del libro La arqueología y todos sus muertos, y embrollador profesional.
También incluye entre sus personajes principales a la baronesa alemana Sophie
Dorothea Meiningen, cuyo nombre de guerra será Krista Kahler, «que se habría
metido a espía por arribismo y por su ginocéntrica e irrefrenable avidez de
aventura». Otro interviniente destacado en la conspiración es Breyten Pierneef,
veterano sudafricano ultranacionalista miembro de una sociedad clandestina
afrikáner que impulsara el apartheid. Y por último mencionar a un tal
Kellerman, estudioso de Freud nacido en Estrasburgo en 1949, por lo que
participa a título documental, no en el desarrollo de la acción, a quien se le
de deja todo el peso de la veracidad de lo relatado, con lo que el autor
escurre el bulto de lo que aquí se cuenta.
El estilo
de Carlos Manuel es muy dinámico. Los diálogos se insertan en la narración de
manera natural, incluso cuando los escribe en gaélico, y la abundancia de
epítetos y referencias lo enriquecen de tal forma que nos trasladan de manera
natural a ese mundo fabuloso de los Fulminati,
la sociedad secreta escindida de los Illuminati
que controla el mundo desde las sombras. Muérase
de una vez, Dr. Freud es una lectura más que recomendable que nos hará
creer que el mismísimo Freud se hubiera metamorfoseado en López Ramos y que,
aun resguardados en la intimidad de nuestro hogar, alcanzara a narcotizarnos con
alguno de sus combinados y abrirnos, de este modo, la puerta a otro mundo.
Saulo Ruiz
Moreno
Junio de
2017
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